Buenos días queridos lectores, hoy vamos a hablar del dolor crónico, como afecta a nuestras vidas y por supuesto, lo que todos estáis deseando, como dejar atrás y decirle adiós a este dolor crónico.
Explicaremos científicamente a que se debe, por hoy no, hoy esto es para vosotros, todas aquellas personas que sufrís diariamente de dolor en vuestro cuerpo y necesitáis una solución, esto es para vosotros.
Índice
¿Qué es el dolor?¿Para que sirve el dolor?
Pues para que lo entendáis de una manera sencilla. El dolor es un mecanismo que tiene nuestro cuerpo de protegernos.
El objetivo del ser humano en el planeta es sobrevivir y perpetuar su descendencia y por tanto se nos doto de ciertos mecanismos para nuestra supervivencia.
Así pues, si sufres una lesiones tu cuerpo tiene la capacidad de auto repararse, pero este necesita de tiempo, nutrientes y el estimulo correcto.
Si cuando nosotros nos rompemos un hueso siguiéramos haciendo vida normal y cargando peso, nuestro cuerpo sería incapaz de repararse.
O también tiene la capacidad de avisarnos cuando sufrimos una enfermedad o problema orgánico (muchas enfermedades son capaces de detectarse gracias a la sensación de dolor que pueden referir nuestras vísceras).
Para ello existe el dolor, para avisarnos de que se ha producido una lesión en el tejido o por lo menos que se ha llegado a sufrir un estrés (entendemos estrés como peligro) sobre el tejido.
Por tanto, primero y principal para el día de hoy, EL DOLOR ES BUENO, si se entienda y se usa de la manera adecuada. El dolor tiene una función protectora y ayuda a que sigamos vivos.
Dolor crónico ¿Qué es ?
El dolor crónico se conoce de muchas maneras. Realmente y definido al pie de la letra dolor crónico significa dolor de larga duración o dolor de más de 6 meses de evolución.
Se considera que 6 meses deberían ser más que suficientes para que nuestro cuerpo haya podido reparar los tejidos.
Por eso hablamos de dolor crónico como un dolor que se mantiene en el tiempo por diversas causas que más adelante detallaremos.

Muchos de nuestros lectores habrán oído hablar de diversas maneras de nombrar a este dolor crónico. Etiquetas como la fibromialgia, síndrome de fatiga crónica o síndrome de dolor crónico.
(Si queréis saber mas sobre la fibromialgia entrad aquí) Y aunque muchos profesionales de la salud se obcequen en intentar catalogar estos síndromes con diferentes nombres y variedades, la realidad es que no.
Todos ellos se basan en los mismo, un fallo en la reparación del tejido por parte de nuestro cuerpo, o un fallo en la transmisión de la señal.
Obviamente, esto no es tan sencillo y para que se hayan dado todos estos fallos hay un conjunto de factores multifactoriales que pueden estar afectando a nuestro cuerpo, nuestra mente o nuestro entorno para que hayamos llegado a este punto
Principales causas del dolor crónico
En esta primera parte vamos a definir cuales son los principales «Fallos» en nuestro cuerpo para que se produzca este dolor crónico.
Fallo en la reparación del tejido
Una de las principales causas del dolor crónico es un fallo en la reparación del tejido.
Cuando no se le ha dado el tiempo de reparación necesario, no se le ha realizado el estímulo correcto o simplemente no hemos adaptado las cargas y movimientos a las necesidades del tejido.
Entonces podemos encontrarnos con estos fallos en la reparación del tejido (muscular, tendinoso, ligamentoso).
De ahí las famosas frases de «Yo es que tengo un esguince crónico, o yo es que tengo una tendinitis crónica».
Obviamente si no se ha estimulado de manera correcta estos tejidos durante la reparación o el proceso de reparación, este habrá sido ineficiente y por tanto el tejido no habrá recuperado sus características.

Y es que es super importante el periodo ventana en el cual el tejido a de repararse.
Hablando fisiológicamente, cuando nuestro cuerpo sufre una lesión, se produce un proceso inflamatorio por el cual nuestro cuerpo intenta reparar ese tejido (¡Sorpresa! ¡La inflamación es buena, sin inflamación no hay regeneración!)
Si en este periodo ventana nuestro cuerpo no ha sido capaz de reparar correctamente el tejido, quedará una cicatriz ineficiente y nuestro cuerpo lo dará por perdido.
De ahí que muchas veces necesitemos acudir al fisioterapeuta a que nos haga daño (electrólisis, terapia miofascial, diatermia, masaje profundo etc…) para que nuestro tejido vuelva a inflamar y así volvamos a poner en marcha nuestros procesos de regeneración
Fallo en la estabilidad y el control motor
Cuando ya no estamos hablando solo de un tendón o un ligamento que hablamos sobre una articulación entran en juego más sistemas.
Y concretamente en este caso es sistema neuromuscular, el cual es el encargado de movilizar y estabilizar las articulaciones durante el movimiento.
El problema viene cuando este sistema neuromuscular, no trabaja de manera correcta y se empiezan a generar alteraciones, limitaciones de la movilidad e inestabilidad en nuestras articulaciones.
El caso más claro es el de la zona lumbopélvica (el 60% de la población con dolor lumbar es por esta causa y no por hernias, fracturas, pinzamientos etc…) o los problemas cervicales.
En este caso, durante el movimiento articular hay ciertos músculos que han de ejercer una tracción para movilizar los segmentos óseos y otros que tienen la función de estabilizar.
Esto se debe precisamente para que no nos arranquemos las articulaciones del sitio.
El fallo durante este proceso se denomina con alteración del control motor, y como decimos es una de las principales causas de dolor crónico, inestabilidad, disfuncionalidad y problemas de columna, de dolor de columna o como algunos conocen, lumbalgia crónica.
Por tanto si sufrimos de dolores musculares de espalda la causa más probables es que nuestros músculos no están funcionando correctamente.
Fallo en la transmisión del mensaje

Y aquí viene la parte más complicada y en la que muchos dirán que no van con ellos.
Pero es que la principal causa de dolor crónico a nivel mundial no son los problemas directamente relacionados con el tejido, sino los problemas relacionados con la transmisión de la señal.
Y os pongo un símil claro para que lo entendáis. Si a tí en tu coche te salta el testigo del motor y lo llevas al taller a que te lo arreglen.
Ya pueden cambiarte todas las piezas del motor que si lo que está roto es el testigo seguirá dando el mensaje de error, porque el problema está en la alarma o el mensaje y no en las piezas del motor.
Pues con el cuerpo humano puede llegar a ocurrir lo mismo.
El problema es que nuestro sistema nervioso central puede verse condicionado por diversos factores que hagan que la señal que se transmite no sea la correcta.
¡Ojo! Y esto no quiere decir que el dolor que nosotros sufrimos sea mentira, no no , es muy real. Pero el problema es que muchas veces no se corresponde con el daño que hay en el tejido.
Esto quiere decir que, aunque a nosotros lleve doliéndonos la espalda durante años como si se te fuera a partir cada mañana, no significa que tu espalda cualquier día vaya a romperse.
O si sufrimos de dolor de cabeza crónico no quiere decir que tengamos un tumor, lo más probable es que nuestro cuerpo quiera decirnos algo.
Pero (pongo otro ejemplo) como la alarma de móvil que empieza a sonar y no apagas, que va subiendo de volumen, nuestro cuerpo es capaz de hacer lo mismo.
Y si llevas años con dolor de espalda y no le haces ni caso, ahora o que te duele más no quiere decir que estás peor, simplemente tu cuerpo cada vez te avisa con más intensidad.
Todo este conjunto de factores, a nosotros nos gusta denominarlo como «Síndrome de sensibilización central».
Principales factores de riesgo para el dolor crónico
Y ahora haremos una pequeña lista de los principales factores de riesgo que afectan a dolor crónico y por qué
Lesiones recidivantes
Como hemos hablando antes, el hecho de que te hayas lesionado muchas veces el mismo tejido va a comprometer las tres principales causas de dolor crónico.
- Los procesos de reparación se van a volver ineficientes debido a las continuas reparaciones del tejido.
- Si no trabajamos correctamente la recuperación neuromuscular tendremos fallos de control motor como consecuencia del miedo, del dolor y del intento de protección de nuestros músculos (que a largo plazo, si están siempre contraídos se volverán ineficientes)
- Si lesionamos continuamente nuestro tejido, nuestro cuerpo adoptará un mecanismo de protección. Ya que éste sabe que eso es una zona debilitada.
Y por tanto hará saltar los procesos o mecanismos del dolor incluso antes de que se lesione el tejido. Porque recordemos, el dolor tiene una función protectora.
(Y si, nuestro cuerpo es capaz de generar dolor y avisarnos antes de que produzca la lesión)

Lesiones directas sobre el tejido nervioso
Como hemos dicho antes el tejido nervioso es el encargado de transmitir las señales en el cuerpo.
Y como señales entendemos todas, sensibilidad, temperatura, estado químico de la célula, dolor, activación / inhibición muscular… todo.
Pero una lesión directa sobre un nervio, causada por un atrapamiento, un sobre estiramiento, una presión o un corte pueden provocar que todas estas señales se vean alteradas.
Entre ellas, la que hoy nos preocupa, la del dolor.
Es por eso que una lesión del nervio provocada por un atrapamiento (la ciática, provocada por un atrapamiento de una hernia) o por corte (problemas de miembro fantasma) puedan provocar un dolor desmesurado que encima se mantenga en el tiempo sin razón alguna una vez solucionado la causa.
Lesiones indirectas sobre tejido nervioso
Y aquí viene una de las partes más complicadas de explicar pero sobre todo de entender. Y es que aprovechando en punto anterior, el sistema nervioso no solo puede ser lesionado de manera directa.
Sino que también somos capaces de irritarlo o sensibilizarlo.
Esto que quiere decir, que de manera indirecta nosotros somos capaces de provocar que nuestros sistema nervioso central (cerebro y medula) empiece a disparar señales que manden un mensaje de dolor a nuestros tejidos sin ralamente sufrir de una lesión como tal.

Para que lo entendamos es fundamental comprender el concepto de estrés. Podemos definir el estrés como potencial peligro para nosotros. Pero el problema es que nuestro cuerpo no sabe diferenciar entre:
1- Estrés físico:
Un golpe o un corte es estrés para nuestro cuerpo, pero también correr durante 2 h es estrés para nuestro cuerpo.
Ya que éste detecta un posible peligro al estar nuestros músculos, articulaciones y sistema cardiovascular siendo llevados al límite.
2 – Estrés mental o emocional
El hecho de que hayas sufrido un trauma, sufras mucho en el trabajo o estés en una situación complicada, hace que tu cuerpo se sienta agredido y por tanto se sienta en peligro.
Por tanto cuando llega el momento que rebasamos nuestros límites de estrés (tanto físico como emocional) nuestro cuerpo dispara la señal de alarma.
Esto va a poner en marcha unos mecanismos de protección.
Uno de los más conocidos es la ansiedad y si has entendido todo esto, verás que la ansiedad no es una enfermedad sino un mecanismo que tu cuerpo tiene para decirte, te estás pasando con el estrés, frena.
Y por tanto, el dolor, también puede actuar como mecanismo de protección avisándote que tu sistema no está en condiciones óptimas.
Obviamente esto se va a ver reflejado en las zonas de tu cuerpo donde tengas más tendencia a sufrir.
Si habías tenido alguna lesión de rodilla, tu zona lumbar no es todo lo estable que debería, o tienes tendencia a sobrecargar los hombro por tu posición, en el momento que se desencadenen todos estos procesos, tus «puntos débiles» serán aquellos que más afectados se vean.
Viéndose en algunas ocasiones y en casos más graves una afectación generalizada de todo el cuerpo.
Conclusión sobre el dolor crónico
Y ya para concluir antes de que podáis pasar a los siguiente artículos sobre como empezar a solucionar todo esto y cambiar vuestra vida.
El dolor es bueno, sirve para protegernos, pero puede volverse en nuestra contra si no sabemos escucharlo.
Todas aquellas personas que sufren de fibromialgia, síndrome de fatiga crónica, síndrome de dolor crónico.
Ni tenéis una lesión en cada una de vuestras articulaciones del cuerpo, ni tampoco una enfermedad irreversibles provocada por no se sabe que.
Estoy seguro que ningún medico os ha sabido explicar bien que tenéis, por que se produce y que la ha provocado.
Aquí tenéis vuestras respuestas, no es otra cosa que una fallo en la transmisión del tejido nervioso provocado por todo lo descrito anteriormente.
Así que si queréis saber cual es el mejor tratamiento para la fibromialgia podéis verlo aquí.
Y también podéis conocer nuestro programa para el dolor crónico «solucionando el dolor» en la parte 2 de este artículo.
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