El síndrome del piramidal o falsa ciática consiste en la compresión de raíces del nervio ciático por el músculo piramidal, ubicado en profundidad en la cara posterior de la cadera, detrás del glúteo mayor.
Este músculo es, principalmente, un rotador externo de cadera, aunque interviene también en la extensión de la cadera y en ciertas posiciones en la abducción de ésta.
Su aparición es más frecuente en personas de mediana edad, siendo más típico en mujeres que en hombres con un ratio de 6:1 y en deportes que involucran gestos repetitivos de miembro inferior, especialmente en el running.
En el 0.3% – 6% de todos los casos de dolor lumbar bajo o ciática, se estima que la musculatura piramidal es la principal responsable.
Índice
Síntomas del síndrome del piramidal
Se caracteriza por una fuerte molestia o dolor en la zona glútea, con posibles sensaciones de hormigueos, irradiación del dolor, sensación de quemazón y adormecimiento a lo largo de la cara posterior del muslo, como en una ciática real.
Esto ocurre debido a una compresión del nervio ciático por parte del músculo piramidal, en su recorrido por la parte trasera de la cadera.
Esa compresión además genera irritación de las estructuras a nivel local, siendo muy característico el dolor a punta de dedo, a parte de los síntomas referidos a lo largo del muslo.
En casos más graves, estos síntomas más periféricos pueden alcanzar la zona de la pantorrilla e incluso llegar a zonas más distales como tobillo, pie y puntas de los dedos.
A diferencia de la ciática real, los síntomas no tienen un origen determinado en la zona lumbar baja de la columna vertebral (niveles L5-S1 principalmente), sino en esta musculatura en una zona más inferior en la cara glútea.
Diagnóstico del piramidal
El diagnóstico se debe basar en dos campos principales: una buena anamnesis del paciente para entender la sintomatología que presenta y la consecuente exploración física, que buscará reproducir el dolor percibido por el individuo.
Será muy importante, además, llevar a cabo un buen diagnóstico diferencial con el fin de descartar otras causas de dolor producido por la compresión o irritación previamente mencionadas del nervio ciático, como por ejemplo una estenosis espinal lumbar o una hernia discal lumbar.
La anamnesis, en primer lugar, deberá abordar los detalles principales que caracterizan su sintomatología, teniendo en cuenta la localización del dolor, el recorrido de la irradiación, el inicio de los síntomas, atenuantes y agravantes del dolor y el historial previo de lesiones que puedan tener relación con la aparición de este nuevo episodio de síntomas.
Seguidamente, se procederá a la exploración física, donde se pueden realizar ciertas pruebas ortopédicas para diagnosticar esta patología, como por ejemplo:
- Test de FADIR: Desde decúbito supino, realizar flexión, aducción y rotación interna de cadera.
- Maniobra de Freiberg: Desde decúbito supino con la cadera extendida, realizar una rotación interna de cadera forzada.
- Maniobra de Pace: Desde sedestación, el paciente resiste al examinador hacia la rotación externa y la abducción de la cadera.
- Maniobra de Mirkin: Desde bipedestación, inclinarse hacia el suelo realizando una flexión de columna, el examinador presionará la zona glútea en el punto en el que el nervio ciático cruza el músculo piramidal.
- Maniobra de Beatty: Desde decúbito lateral, realizar flexión y abducción de cadera, manteniendo la postura unos segundos.
En caso de no obtener unas conclusiones muy definidas tras la anamnesis y los tests, se puede optar por técnicas de imagen, como la resonancia magnética, el TAC o la ecografía, o pruebas complementarias como la electromiografía (EMG).
Sin embargo, estas pruebas deberían ser utilizadas con el fin de llevar a cabo un diagnóstico por exclusión, descartando otras posibles patologías que puedan presentar estos síntomas, ya que no es posible evaluar el síndrome del piramidal mediante técnicas de imagen.
Tratamiento de la lesión
Tratamiento fisioterápico
El objetivo de la fisioterapia es devolver a la musculatura involucrada su flexibilidad, su elasticidad y su contractibilidad, con el fin de que deje de generar compresión e irritación del nervio ciático y consecuentemente disminuyan los síntomas.
Esto se puede conseguir mediante dos abordajes principalmente:
- De modo conservador, aplicando técnicas de terapia manual, masaje, presiones, movilizaciones, neurodinamia, etc.
- De modo invasivo, aplicando técnicas como la punción seca en la zona más localizada de dolor sobre el propio músculo piramidal, o la neuromodulación percutánea ecoguiada del nervio ciático, con el fin de disminuir la irritabilidad del sistema nervioso afectado.
A parte, a medida que vayan disminuyendo los síntomas, se debe aplicar un protocolo activo de ejercicios para mantener los resultados obtenidos en camilla y trabajar en prevenir esta patología en un futuro. Estos ejercicios pueden ser:
- Los ejercicios de movilidad articular y estiramiento muscular (flexores, extensores, abductores, aductores y rotadores) para disminuir la tensión de la musculatura y aumentar el rango de movimiento articular de la cadera. Ejemplos pueden incluir: Frog Stretch, 90 / 90, rotaciones asistidas y resistidas de cadera, etc.
- Los ejercicios de fortalecimiento (glúteos, abductores y aductores de cadera) para aumentar la capacidad de fuerza y resistencia de esos músculos y mejorar su tolerancia a las cargas. Ejemplos pueden incluir: Patada de Glúteo, Plancha Copenhague, Sentadillas, Abducción resistida de cadera, Hip Thrust, Clamshell, etc.
Tratamiento médico
- El uso de los fármacos (analgésicos y/o AINES por ejemplo) puede ayudar a disminuir el dolor.
- En los casos más avanzados con dolor persistente, también existe la opción de infiltración de sustancias (lidocaína o toxina botulínica generalmente), siempre y cuando el médico lo considere necesario.
Tratamiento quirúrgico
Como último recurso, cuando el abordaje médico y fisioterapéutico hayan fallado y los síntomas sean muy incapacitantes para el paciente, podemos eliminar la tensión del músculo piramidal liberando la compresión del nervio ciático mediante cirugía.
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