El pie de atleta, conocido también como tiña pedis, es una infección altamente contagiosa producida por una familia de hongos llamados dermatofitos.
Estos hongos presentan afinidad por la queratina (componente principal de las capas más externas de la piel), y suelen aparecer entre los espacios de los dedos del pie, predominantemente en el espacio del cuarto y quinto dedo, pudiendo extenderse a la planta, talón y bordes de los pies.
Se encuentra entre las infecciones de mayor prevalencia, afectando a millones de personas en todo el mundo; el 70% de las personas lo padecen al menos una vez en su vida. De hecho, el 20% de los individuos son portadores asintomáticos de una tiña contagiosa.
El pie de atleta es más frecuente en hombres que en mujeres, siendo más habitual en niños y en aquellas personas que se encuentren inmunodeprimidas.
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Índice
¿Qué es el Pie de Atleta?
El pie de atleta es una infección fúngica que afecta la piel de los pies. Esta infección es común y puede afectar a personas de todas las edades y estilos de vida.
Pero, ¿qué significa realmente tener pie de atleta enfermedad? A continuación, profundizamos en esta afección para desmitificarla y comprenderla mejor.
El término “pie de atleta” se debe a que los atletas y deportistas, por lo general, tienen una mayor incidencia de este tipo de infecciones.Esto es debido a la intensidad de su ejercicio, que les condiciona a padecer temperaturas elevadas y humedad en el pie, siendo estos los factores predisponentes por excelencia.
Más que un problema común
El pie de atleta no es solo un problema que afecta a deportistas, como podría sugerir su nombre. Cualquiera puede desarrollar esta condición, sin importar cuán activo sea su estilo de vida.
No discrimina entre jóvenes y ancianos, deportistas o sedentarios. Es una infección fúngica que se desarrolla en la piel de los pies, y en particular, puede prosperar en las áreas húmedas y cálidas entre los dedos.
Desmitificando el pie de atleta como enfermedad
El término «pie de atleta enfermedad» puede ser engañoso. Aunque su nombre sugiere una relación con los atletas, la realidad es que esta afección puede afectar a cualquier persona, sin importar su ocupación o nivel de actividad física.
Es esencial entender que el pie de atleta no es un reflejo de la higiene personal. Algunas personas pueden creer erróneamente que solo aquellos con malos hábitos de higiene desarrollan pies de atleta, pero esto está lejos de la verdad.
La infección puede afectar a cualquier persona, independientemente de cuán limpios mantenga sus pies.
Impacto del pie de atleta como enfermedad en la vida cotidiana
Los pies de atleta pueden tener un impacto notable en la vida cotidiana de una persona. Es una afección que requiere atención y tratamiento adecuado.
Dejar el pie de atleta enfermedad sin tratar puede llevar a complicaciones más serias, afectando la calidad de vida de quienes lo padecen.
Aunque generalmente no es una condición grave, el pie de atleta puede ser muy molesto, causando incomodidad y limitando las actividades diarias, como caminar y hacer ejercicio.
¿Qué no es el pie de atleta?
El pie de atleta no es una afección causada por bacterias, y tampoco es una condición de la piel que solo afecta a los atletas
No es un problema que se desarrolle solo en ambientes sucios o en personas con malos hábitos de higiene. Es una infección fúngica que afecta a los pies y que puede desarrollarse en diversas circunstancias.
¿Cuáles son los síntomas del pie de atleta?
Es importante tener en cuenta que los síntomas podrán cambiar, dependiendo del tipo de tiña pedis ante el que nos encontremos:
Interdigital húmeda o erosiva, Interdigital seca o hiperqueratósica, Crónica hiperqueratósica o en mocasín, Inflamatoria o vesiculoampollosa…
- Picor y ardor en los pies y entre sus dedos.
- Piel escamosa y muy seca que tiende a agrietarse y a descamarse.
- Grietas y fisuras en la parte inferior de los pies, especialmente entre los dedos de los pies y la planta y que puede seguir extendiéndose por todo el pie.
- Ampollas.
- Olor desagradable de los pies.
- En algunos casos la infección puede pasar a las uñas provocando cambios en su coloración y forma.
¿Cómo se diagnostica el pie de atleta?
El pie de atleta puede confundirse con otro tipo de infecciones bacterianas o incluso víricas
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El hecho de que tengas picor, ardor y mal olor, no implica que tengas pie de atleta.
En algunos casos, el podólogo o dermatólogo puede diagnosticar el pie de atleta solo con mirar el pie, por lo que lo ideal en estos casos será acudir a un profesional cualificado que paute el tratamiento indicado para cada caso.
Para ayudar a confirmar el diagnóstico y descartar otras afecciones, el podólogo puede realizar una toma de muestras de la piel infectada.
Y va a examinarlas con un microscopio o enviar una pequeña muestra de piel a un laboratorio para que la analicen y confirmen el tipo de hongo o agente patógeno.
De esta forma se puede realizar un tratamiento más específico y certero.

¿Puedo contagiarme del pie de atleta?
El pie de atleta es una infección muy contagiosa que se transmite fácilmente de una persona a otra a través del contacto con la piel.
También es posible el contagio a través de superficies y objetos portadores del patógeno.
El uso compartido de objetos contaminados, como toallas, sábanas o prendas de vestir, facilita la rápida propagación del pie de atleta.
El hecho de caminar descalzos por superficies públicas donde, además, se produce la combinación de humedad y calor, aumentará las probabilidades de contraer esta infección.
Por tanto, será imprescindible el uso de chanclas o similar para caminar por piscinas, duchas públicas, gimnasios, etc.
Si padecemos esta enfermedad o convivimos con alguien que la padece, deberemos ser considerados.
Caminar calzados por casa, no compartir toallas ni calcetines, lavarnos bien las manos después de aplicar el tratamiento y limpiar el plato de ducha al acabar, son algunas de las medidas que podemos tomar para evitar así el contagio.
¿Cómo prevenir el contagio del pie de atleta?
Os dejamos lo siguientes consejos:
- Mantén los pies limpios y secos, sobre todo entre los dedos, secando siempre por presión y no por arrastre.
- Lávate bien los pies con agua y jabón, por lo menos dos veces al día; ¡No vale con el agua que les cae!
- Usa calcetines de algodón 100% y cámbialos de manera frecuente para conservar los pies secos.
- Emplea sandalias en duchas o piscinas públicas.
- Utiliza calzado que permita respirar al pie.
- No compartas toallas ni calcetines.
¿Qué debo hacer si padezco pie de atleta?
Lo primero que debemos hacer en caso de observar los signos mencionados anteriormente es acudir al podólogo o dermatólogo para que nos prescriba el fármaco más indicado para nuestro tipo de infección.
Si buscamos en internet encontraremos diversos remedios caseros basados en creencias populares. Sin embargo estos no son realmente efectivos.
Hoy en día disponemos de fármacos llamados antimicóticos, que bien indicados son el mejor remedio para el pie de atleta.
Sin embargo, existen una serie de medidas profilácticas coadyuvantes al tratamiento antifúngico que nos pueden ayudar a la hora de curar nuestro pie de atleta:
Medidas complementarias al tratamiento
Elimina la humedad
Como se ha mencionado anteriormente, los hongos que forman el pie de atleta se sienten cómodos en una situación de humedad y calor.
Por tanto, una de las principales medidas complementarias al tratamiento será eliminar la humedad presente en nuestros pies, en la medida de lo posible.
Por un lado debemos realizar un meticuloso y adecuado secado de nuestros pies tras salir de la ducha o piscina.
Para ello podremos emplear una toalla mediante presión, o bien un secador con aire frío.
Por otro lado, en aquellos pacientes que presenten hiperhidrosis esta deberá ser controlada y no bastará con realizar un correcto secado.
Se deberá tratar la hiperhidrosis mediante polvos o sprays específicos, ya que el pie de atleta está íntimamente relacionado con el exceso de humedad en los pies.
Controla el pH de tus pies
Otro aspecto importante, como complemento al tratamiento del pie de atleta, es el pH de nuestros pies.
Los hongos que forman el pie de atleta se encuentran cómodos en un pH básico, y esto es lo que hacen cuando infectan nuestra piel.
Es por eso que si empleamos un jabón con pH ácido, favoreceremos la desaparición del pie de atleta.
Podremos encontrar estos jabones en farmacias, sin embargo, el jabón de platos tipo Fairy nos puede servir en caso de no disponer de algún jabón con pH ácido específico.
Evita el contacto de la zona afectada
Por último, mencionar la importancia de evitar el contacto de la zona afectada con otras zonas del pie.
De esta manera evitaremos que la lesión se extienda y por tanto, conseguiremos una recuperación más temprana.
Si estás tratando tu pie de atleta con alguna pomada, lava tus manos después de aplicarla.
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